Es necesario repensar la comunicación como categoría para volver a la esencia de la socialidad humana y a las formas de relacionamiento entre los sujetos. En la actualidad, lo anterior remite a la vincularidad entre comunicación y política, y a los juegos de poder en el escenario simbólico. Para comprender la comunicación es preciso hacerlo desde la complejidad de los procesos sociales. El derecho a la comunicación como derecho habilitante, el rol de los comunicadores, participación e incidencia.
"A quienes hacemos comunicación y revisamos nuestras prácticas, a quienes reflexionamos sobre esta nuestra tarea pero también sobre nuestras responsabilidades ciudadanas en democracia, nos asalta muchas veces cierta sensación de impotencia. Sabemos que en nuestras sociedades comunicación y ciudadanía tienen una relación esencial, a tal punto que pueden considerarse como dos caras de la misma moneda. Sabemos también que no hay democracia política sin democracia comunicacional. Y viceversa. Sin embargo, quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones políticas siguen pensando la comunicación como una práctica escindida de la política, considerada en sí misma, en forma aislada, tratada y comprendida apenas como una actividad industrial y comercial y no como lo que verdaderamente es: un derecho humano fundamental.
Permítanme entonces, reflexionar en voz alta sobre algunas cuestiones que yo considero fundamentales para tener cuenta (...)"
Durante el año 2010 dos episodios reinstalaron en la Argentina el debate sobre la cuestión ciudadana y política. Ambos estuvieron referidos a acontecimientos político sociales y asociados con el ámbito de lo público, entendido éste tanto como escenario común donde se visibiliza la acción política de los actores populares, como lugar simbólico proyectado por el sistema de medios de comunicación para ingresar en el ámbito difícilmente delimitable de las audiencias. Estos dos episodios a los que nos referimos fueron por un lado los festejos del Bicentenario del comienzo de las luchas independentistas –acontecimientos populares ocurridos en torno al 9 de julio- y, por otro, el hecho excepcional de la manifestación popular en las exequias del ex presidente Néstor Kirchner, fallecido el 27 de octubre.
"(...) ¿Cuál es nuestro objeto de estudio? No es la “comunicación” como tal y, muchos menos las tecnologías de la comunicación: son las prácticas sociales atravesadas por relaciones de comunicación. Estudiamos, analizamos y planificamos esas relaciones comunicacionales pero siempre en referencia a las prácticas sociales que las contienen.(...) Y en esa búsqueda, que es un proceso de intervención y de incidencia tomamos en cuentas tres perspectivas. Una perspectiva epistemológica: construimos conocimiento mediante la intervención, recreamos saberes y transformamos nuestra manera de aprehender y la de quienes participan del proceso. Una perspectiva política: porque al planificar desde y en la comunicación hacemos incidencia con la mirada puesta en un horizonte de futuro, un escenario a construir. Y, por fin, una perspectiva comunicacional: una manera de comprender e intercambiar sentidos en los espacios simbólicos y en la cultura. Tres perspectivas para entender y entendernos. Tres perspectivas para abordar las prácticas sociales, nuestro objeto de estudio, desde la comunicación. (...)"
(Con esta clase, dictada en Buenos Aires el 30 de marzo de 2022, a modo tanto de bienvenida como de cierre de una etapa, Washington Uranga concluyó su trabajo como docente de grado en la UBA luego de 30 años al frente de la cátedra)
Son tan frecuentes y excesivas las afirmaciones sobre la “necesidad” del diálogo que llegan a abrumarnos y hasta nos hacen perder el sentido de lo que ello realmente significa. Sin embargo, tal saturación de declaraciones formales está aún muy por debajo de la infinita cantidad de actitudes y prácticas que, en lo privado, en lo público y en los ámbitos nacionales e internacionales, obstruyen la posibilidad del diálogo. El diálogo necesita menos declamaciones y más acciones que lo pongan en práctica.