Cuando nos referimos a la relación entre comunicación y prácticas sociales preferimos utilizar el concepto de procesos comunicacionales, en lugar de hablar lisa y llanamente de la comunicación. La utilización de este concepto pretende guardar coherencia con una concepción de la comunicación que se apoya sobre todo en las relaciones y en las interacciones entre los sujetos que son actores de la misma.
El título que nos proponen en el coloquio necesariamente nos lleva a hacer enlaces con otros temas, otras palabras, otras referencias. Se me ocurre pensar que, teniendo a la comunicación como eje, podríamos relacionarlo con las prácticas sociales, con el derecho, con la diversidad, con el conflicto, con la movilización social, con la política, para iniciar así un itinerario de reflexiones. Cada una de estas asociaciones puede abrir ventanas para hacernos preguntas y ensayar algunas propuestas.
A pesar de que la mayoría de nuestras cátedras, también aquellas de las que yo participo, se denominan de “planificación” y ese es el resultado de miradas históricas respecto de este campo disciplinar, yo quisiera pararme desde otro lugar: entender la planificación como una fase de la gestión. Es decir, afirmarnos en la idea de que el concepto integral y comprensivo es la gestión. Gestionamos desde el momento en que iniciamos el análisis situacional o el diagnóstico (de acuerdo a la perspectiva que asumamos) y también cuando discernimos, analizamos, concretamos un diseño para la acción (planificación en el sentido más estricto), ejecutamos y evaluamos.
Washington Uranga es editorialista de Página/12, medio de comunicación que integra desde su fundación en 1987. Desde el 2017 y hasta la actualidad, todos los artículos de su autoría pueden leerse en el sitio digital de la publicación.